La historia de Raymond García el médico cubano que dejó de ser vendedor ambulante en Brasil para volver a ejercer su profesión.
Es admirable leer estas historias porque demuestra cuán luchadores somos, no olvidamos nuestras raíces y hacemos cualquier cosa digna para sustentar a nuestra familia. Así es la historia de Raymond García un médico cubano que salió de vender en las calles para ayudar a salvar vidas durante la pandemia por Coronavirus.
El doctor cubano Raymond García, que vendía productos salados en las calles de Ponta de Pedra, en la isla de Marajó, en Pará, llegó a Belém el lunes (27) de Abril para unirse a los otros 85 médicos que trabajarán para combatir la pandemia del nuevo coronavirus en el estado. Todos ellos readmitidos por el Governador del Estado de Pará al Norte de Brasil.
Según el Departamento de Salud del Estado (Sespa), Pará registró 100 muertes hasta el domingo pasado (26), convirtiéndose en el noveno estado con el mayor número de casos confirmados y muertes en el país. Además, Pará tiene más del 90% de sus camas ocupadas, lo que preocupa a las autoridades.
Como una forma de combatir la enfermedad, el gobernador de Pará, Helder Barbalho (MDB), anunció que 86 médicos cubanos que viven en el estado actuarían para combatir la enfermedad.
Raymond García siempre quiso volver a practicar medicina. Con el final del programa Mais Médicos (más médicos), una medida tomada por el ministro Luiz Henrique Mandetta, cuando aún era ministro de salud, el médico salió a la calle a vender coxinha para mantener a su familia.
El municipio en el que trabajó, en la isla de Marajó, es uno de los lugares de extrema pobreza donde los médicos cubanos trabajaban en el país. La ciudad, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) de 2019, tiene 31 mil personas y la tasa de mortalidad infantil promedio es de 17,24 por mil nacidos vivos. Las hospitalizaciones por diarrea son de 9.2 por cada mil habitantes.
Raymond García estaba muy angustiado en el municipio, porque vio personas enfermas, personas que le pidieron ayuda, pero, con el final del programa, la práctica de la medicina se volvió ilegal. Con una hija de un año y medio que mantener, salió a la calle a trabajar como vendedor ambulante e incluso ganó 15 reales por día. Después de mucha demanda, en 2019, comenzó a trabajar en una farmacia en el municipio.
Este sábado, 25, Raymond dice que tuvo la alegría de ser contactado por Sespa y vino a Belém en barco en un viaje que duró aproximadamente cinco horas. El médico, graduado de la Facultad de Medicina Dr. Salvador Allende en La Habana, la capital cubana, se puso en contacto con Brasil de Fato para compartir la alegría.
"Llego a Belém a las 5 am. El contrato fue hecho directamente por Helder Barbalho, el mío y otro colega. Cuando llegue al hotel, lo llamaré", dijo en el informe.
Raymond llegó a las 8:30. Debido a su experiencia en Cuba, trabajará directamente en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Este lunes (27), tuvo una reunión en el Hangar, donde el gobierno estatal construyó el hospital de campaña para averiguar dónde será reubicado.
El viernes pasado (24), el arrepentimiento de Raymond fue que no pudo ayudar. "Lamento lo que he seguido desde el comienzo de la administración Bolsonaro", dijo, refiriéndose a medidas como el final del programa Mais Médicos.
"Soy uno de los médicos que se quedó en Brasil después del final de la asociación Brasil-Cuba en noviembre de 2018. Estaba en la lista de médicos capaces de volver a trabajar. Estoy calificado para hacerlo. Estoy dispuesto a trabajar entre los 86 médicos cubanos que el gobernador Helder Barbalho mencionó ", dice, quien, a partir de hoy, volverá a actuar como médico, haciendo lo que mejor sabe hacer: salvar vidas.
Ver estas histórias de superación es admirable . Ya es hora de que nuestro trabajo se vea reconocido. Muchos decidimos dejar nuestro país para darle un mejor futuro a los nuestros( es más por problemas esconómicos que políticos que decidimos dejarlo todo) lo único que queremos es comenzar de cero tener una vida nueva recordando siempre lo que dejamos atrás.
Hasta pronto!
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