El Gobierno de Brasil, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, ha establecido nuevas reglas para gestionar el ingreso de pasajeros en tránsito sin visa. A partir del lunes 26 de agosto, aquellos que lleguen a Brasil sin visa y cuyo destino final sea otro país, deberán seguir su viaje o regresar a su lugar de origen si no cuentan con la documentación necesaria para ingresar a territorio brasileño.
Esta medida tiene como objetivo limitar la entrada de personas sin visa, especialmente aquellas que utilizan Brasil como punto de escala para llegar a otros países. Según el ministerio, cualquier pasajero que intente permanecer en las áreas de tránsito internacional de aeropuertos como Guarulhos, en São Paulo, sin la visa correspondiente, será rechazado.
La normativa actual permite a los pasajeros en tránsito no necesitar visa si permanecen en las áreas de tránsito internacional de los aeropuertos, lo que facilita las conexiones entre vuelos internacionales y reduce los procedimientos burocráticos.
Es importante señalar que estos pasajeros no serán deportados, ya que Brasil no es su destino final, sino un país de tránsito. En estos casos, se asegurará que continúen su viaje hacia su destino final, cumpliendo con las regulaciones internacionales.
La decisión de implementar estas medidas se tomó después de que las autoridades brasileñas detectaran un aumento en el número de inmigrantes que llegaban al país sin la documentación adecuada, muchos de los cuales buscaban solicitar refugio en lugar de continuar su viaje. Las autoridades también han identificado que organizaciones criminales están aprovechando este flujo migratorio para facilitar el tráfico de personas.
En la última década, el número de solicitudes de refugio en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos ha crecido de manera alarmante, lo que ha llevado al gobierno a tomar medidas más estrictas para controlar esta situación.
Además, se ha solicitado a las aerolíneas y a la administración del aeropuerto que brinden el apoyo necesario a los inmigrantes retenidos en las áreas de tránsito, como medidas básicas de higiene y alimentación, mientras esperan la resolución de su situación migratoria.
Hasta el momento, no queda claro si esta normativa también se aplicará a los inmigrantes que intenten ingresar al país por frontera terrestre, lo que deja cierta incertidumbre sobre el alcance total de la medida.
Estas acciones buscan equilibrar la necesidad de control migratorio con el respeto a los derechos humanos, asegurando que Brasil cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de refugio y protección de los inmigrantes.